jueves, 10 de abril de 2008

Sobre La Dieta Natural

Una de las primeras preocupaciones que debe tener quien espere alcanzar la Iluminación es mantener un equlibrio de cuerpo y alma, y dicho equilibrio empieza por una alimentación sana y respetuosa con la Madre que nos nutre. Me estoy refiriendo a la Madre Tierra-Gaia, naturalmente.

Desgraciadamente, el ser humano en su soberbia se ha ido apartando de la Naturaleza, sobre todo a raíz de esa gran lacra que algunos llaman "La Ilustración" pero que yo llamo "El Luctuoso Acontecimiento". A lo largo y ancho del mundo, los seres humanos se entregan al consumismo y a la consumición de alimentos adulterados, antinaturales, y así nos va. Esto se aplica también a otros seres, los animales domésticos y de granja, que por su cercanía al Hombre (y también, tristemente, a la Mujer) se han visto contaminados por nuestras perniciosas malas costumbres.

Yo, desde que me percaté de este hecho, he abandonado la ingesta de productos antinaturales. Tampoco como carne, para evitar sufrimientos a mis hermanos del reino animal y para facilitar el ciclo kármico. Ni siquiera consumo jojas, tallos, raíces, tubérculos u partes vivas de plantas. Soy una ferviente defensora del frugivorismo. Cada vez que como una fruta o una semilla, mi espíritu y mi cuerpo se renuevan a la par.



Si hay algo que ejemplifica a la perfección que nuestra sociedad está podrida por dentro, son los yogures. Puede parecer una afirmación algo alocada, y de hecho mis compañeros del mundo de la Alta Costura me miraban mal cuando aún me relacionaba con ellos y les comentaba mis revelaciones, pero si abrís vuestro Tercer Ojo y dejáis que su Luz Sempiterna ilumine mis palabras, veréis la verdad de cuanto digo. Consideradlo: ningún ser natural, absolutamente ninguno, come yogures ni ningún otro producto lácteo fuera de la etapa de la lactancia. Sólo el Hombre (y, de nuevo, La Mujer), en su maldad y en su rechazo hacia Todo Lo Que Es Justo Y Bueno, tiene la arrogancia de fabricar este tipo de mejunjes insanos. Y encima algunos tienen la desfachatez de querer vendernos los "postres con Bífidus Activo" como algo bueno en lugar de lo que son: un insulto en la cara de Nuestra Madre Tierra.

Nuestra sociedad es prisionera de los intereses de las grandes multinacionales lácteas, cosméticas y petrolíferas. Todas ellas, con la connivencia de los científicos y la jerarquía católica, están secretamente coordinadas en un impío plan para desecrar el mundo en que vivimos y matar su luminoso Espíritu Primordial.

Afortunadamente, cada vez somos más los que vemos a través de sus mentiras.

Paz, Amor y Buenos Alimentos,

2 comentarios:

finnegan bell dijo...

a mí me cuesta mucho comer fruta. suelo hacerlo en forma de yogures, yogures bebidos y de zumos. ahora, por suerte, se han puesto de moda los smoothies, que es la forma más natural y directa de comer fruta sin comerla, es decir, bebiéndola.

Cayetana Altovoltaje dijo...

JAJAJAJA "luctuoso acontecimiento", qué jashonda eres moonstar. ¿Y con tanta fruta, no tienes gases, bonita?