sábado, 24 de agosto de 2013

En Contra De La Mal Llamada "Ciencia"

La realidad, queridas amigas, es, en palabras del inmortal Boyleworth, un constructo consensuado entre todos los seres vivos, desde las plantas y los cristales a los espíritus y diosas de las esferas astrales: es a través de nuestra voluntad y creencias que moldeamos dicho constructo, lo cual explica el poder de las técnicas de sanación y de lo que vulgarmente se conoce como magia, en sus vertientes blanca y negra. 

 

Es por esto que son tan peligrosas las ideologías aristotélico-newtonianas de los modernos "científicos": a través de su reducida y mecanicista cosmovisión, expandida por toda la Tierra a través del potente aparato de propaganda de las Universidades y de las grandes corporaciones transnacionales de las industrias cosmética y alimentaria, el paradigma aristotélico-newtoniano convierte una Naturaleza vibrante, viva y llena de miríficos misterios en un yerto mecanismo de relojería, en el cual se intenta negar la realidad de fenómenos tales como la telepatía, el viaje astral o la metempsicosis. Desde el siglo XVI los tecnócratas han conseguido imponer su paradigma hasta llegar a esta sociedad podrida por el materialismo, la petroquímica y la malignidad. Con sus complots, el poderoso lobby científico ha ido reduciendo el horizonte del espíritu humano, imponiendo una noción legalista de la Naturaleza en la que el animismo se ha visto reemplazado por la mano muerta de unas "leyes físicas" inexorables y crueles, hasta llegar al absurdo de que un mero ingeniero tiene tanto o más poder sobre  su entorno que yo misma con todos mis años de meditación y estudio de las artes místicas. Que técnicas milenarias y tan efectivas como el Reiki y la sanación holística se vean relegadas a la ignominia mientras la Mala Medicina de las pastillas y las vacunas se extiende sobre la faz de la Tierra es una vergüenza de proporciones cósmicas y un oprobio que hace que se me salten las lágrimas mientras esto escribo.

 

 

Menos mal que el Dominio Del Terror de los científicos puede estar llegando a su fin; leo en la prensa esperanzadoras noticias acerca del desmantelamiento de las Universidades y el infame Consejo Superior de Investigaciones Demoníacas Científicas gracias a la labor decidida y valiente del Gobierno español, y me parece demasiado bonito para ser verdad. Por fin un gobierno tiene el valor de enfrentarse a los poderes tácticos y falócratas del lobby tecnocrático y atacar de raíz el mal que nos emponzoña. Aunque este gobierno, con su decidido apoyo a venenosas instituciones como la del matrimonio gay o las corridas de toro, esta cometiendo muchos errores, al menos hay que reconocerle este mérito: por fin está destruyendo el cáncer moral que representa el pensamiento científico e investigador en nuestra querida sociedad. Cada científico expulsado de nuestras fronteras, cada becario de investigación forzado a abjurar de sus retorcidas práctica, son un clavo menos en el ataúd de pensamiento único en el que está encerrada nuestra alma colectiva. Pronto, si la Diosa lo quiere así, podremos disfrutar de un renacimiento espiritual sin precedentes, por lo cual tengo que dar las gracias, a pesar de haber prometido en el pasado no mencionar la política en este blog que es el vuestro, a don Mariano Rajoy Brey: hombre admirable, no solo por haber conseguido reprimir su homosexualismo sino por su decidida defensa de la libertad de pensamiento fuera de la reducida caja del aristotelismo.

 

Paz y Amor,


Moonstar