Los retiros espirituales siempre me devuelven renovada, por dentro y por fuera, y más capaz de afrontar un mundo que poco a poco va olvidando sus esencias.
Hemos estado quince días en un pequeño monasterio en una aldea muy cercana a Varanasi, dedicándonos a explorar el mundo espiritual en silencio, ayuno y meditación. La experiencia ha sido profundamente fructífera, como puede verse echándole un simple vistazo al aura de cualquiera de los participantes en el retiro.
Más adelante os haré partícipes de las revelaciones que me han sido otorgadas. Mientras tanto, os dejo con una imagen relajante.
Námaste y, por supuesto, Paz y Amor
Hemos estado quince días en un pequeño monasterio en una aldea muy cercana a Varanasi, dedicándonos a explorar el mundo espiritual en silencio, ayuno y meditación. La experiencia ha sido profundamente fructífera, como puede verse echándole un simple vistazo al aura de cualquiera de los participantes en el retiro.
Más adelante os haré partícipes de las revelaciones que me han sido otorgadas. Mientras tanto, os dejo con una imagen relajante.
Námaste y, por supuesto, Paz y Amor
4 comentarios:
Envidiable
Lástima que no perdieran la llave de la celda del monasterio... Paz, amor, y mucho ácido lisérgico.
Anda ya, loca, que estás fumada de incienso a todas horas!!
joer, no veas cómo te ponen... qué significa namaste?
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